Estos videos deben ser llamativos, estéticos y ofrecer información relevante para los consumidores. Gracias a los avances de la tecnología, pueden ser grabados y editados con teléfonos inteligentes.

El video de producto es uno de los contenidos más conocidos y utilizados en una estrategia de video marketing. Algunos de sus beneficios consisten en que aumenta las ventas en comercio electrónico y agrega valor a las marcas. Ante todo, es una manera fácil y eficaz de llegar al consumidor.

De las tiendas físicas a las electrónicas

El aumento de las ventas en e-commerce de los últimos años ha generado que los consumidores ya no tengan la oportunidad de establecer un contacto directo con los productos.

Ya no pueden verlos, tocarlos o probarlos. En el caso de los productos desconocidos, es decir aquellos que se consumen por primera vez, la compra se vuelve más incierta y riesgosa.

En este contexto, los videos de productos se posicionan como una herramienta para aportar confianza en los consumidores, para incentivarlos a comprar con seguridad.

¿Qué es un video de producto?

Es una pieza audiovisual de corta duración que muestra las características principales de un producto o servicio. Da a conocer información importante sobre estos y los promociona.

Se inserta en un contexto en el que lo audiovisual ocupa un lugar protagónico. En este sentido, lo importante en estos videos son las imágenes, por lo que se puede prescindir del texto escrito.

El objetivo, en definitiva, es el de informar y comunicar de manera visual distintos atributos de un producto o servicio con el fin de persuadir a los consumidores para que compren.

Ventajas y beneficios

Los videos de producto se destacan por atraer la atención de la audiencia digital con imágenes llamativas y pertinentes. Si bien se centran en productos o servicios, también comunican la identidad de marca.

Otras de sus ventajas son:

Transmiten más información

En un contenido audiovisual se pueden comunicar más datos que en una simple imagen o en un texto. Al mismo tiempo, los videos son más rápidos y fáciles de consumir que los textos descriptivos.

Mejoran el tráfico orgánico

La cantidad de visitas que recibe un sitio web suele aumentar cuando el contenido presenta una pieza audiovisual. Los motores de búsqueda reconocen las páginas y les dan una ubicación prioritaria en sus listas. 

En otras palabras, los videos de producto son beneficiosos en términos de posicionamiento SEO.

Aumentan la permanencia de los usuarios

Además de acrecentar el total de visitas, los videos logran que los consumidores permanezcan por más tiempo en los sitios web. Esto genera una mayor posibilidad de que compren.

Mejoran la experiencia del cliente

Estos videos son un elemento fundamental en el viaje del cliente y ayudan a que los usuarios potenciales se conviertan en consumidores concretos.

La información que se les brinda logra que ganen en confianza y reduce la incertidumbre a la hora de la compra.

Optimizan los contactos post venta

Al estar más seguros respecto a la adquisición, se reduce la cantidad de quejas y devoluciones en ventas electrónicas por parte de las personas. 

También se vuelven menores las consultas post venta, ya que los videos pueden enseñar a configurar un producto, a prepararlo para su uso y demás.

Generan posicionamiento

La identidad de marca siempre está en juego. La imagen que una compañía proyecta en los consumidores también se ve influenciada por los contenidos audiovisuales en los que se describen productos y servicios.

Los clientes perciben a las marcas como atentas y abiertas a sus demandas. Al mismo tiempo, las compañías se posicionan como modernas, ya que esta acción se volvió tendencia hace muy pocos años.

Claves a tener en cuenta

Un video de producto tiene muchos beneficios como acción en sí, pero quizás no resulte coherente con la totalidad de la estrategia de marketing que plantea una marca. Por lo tanto, lo primero que se debe considerar es si esta herramienta es apropiada para los objetivos generales que se buscan.

Luego hay que definir los objetivos: no se puede crear un video sin saber lo que se quiere comunicar. Pueden ser los atributos físicos de un producto (sus medidas, su peso), la explicación de su uso y su configuración, entre otros aspectos.

Siempre se debe tener en cuenta al público objetivo. Es decir, definir la comunicación a partir de sus comportamientos, sus intereses, deseos y necesidades.

Por último, hay que elaborar una estrategia de producción. La misma tiene que precisar con qué cámara se graba, dónde y cuándo se hace el rodaje, establecer la redacción del guión, los trabajos de edición y otras tareas similares.

Una manera de diferenciarse de la competencia

Los avances de la tecnología permiten que grabar un video de alta calidad no sea costoso, o al menos que no lo sea tanto como antes. 

Hoy en día un contenido de este tipo se puede registrar y editar con un smartphone. Aún así, se trata de una acción que requiere de más tiempo y dedicación que otras, entre ellas la fotografía y la redacción.

Esto, sumado a la expansión reciente del ecommerce, lleva a que no todas las marcas estén familiarizadas con los videos de producto como contenido. Además de aumentar las ventas y generar posicionamiento, las compañías que los suman a sus estrategias de marketing logran entonces diferenciarse de la competencia.