Un logo comunica la esencia de una marca y también la diferencia de su competencia. Por esto es importante estudiar cómo se expresan visualmente las otras compañías que comparten el mismo segmento de mercado.

El diseño de logos es un pilar en la construcción de la identidad visual de una marca. Nace de un proceso creativo que busca llegar a un elemento gráfico claro, conciso y recordable. Conocer los valores de la compañía, a sus consumidores y a la competencia son apenas algunas de las claves para lograr un resultado exitoso.

El logo como base de la identidad visual

Es un elemento fundamental para la manera en que los consumidores perciben a una marca. Al generar recordación en los usuarios, también determina en buena medida el éxito a largo plazo de la comunicación de una compañía.

El desafío de los diseñadores gráficos consiste en que un logo debe cumplir con las siguientes funciones:

  • Transmitir los valores y la identidad de una compañía. Debe contener la personalidad de la marca.
  • Conectar con el público objetivo. Tiene que responder a las características del target, a sus comportamientos, deseos y necesidades.
  • Ser atractivo, llamativo y memorable.
  • Generar reconocimiento de marca. Los usuarios deben saber de qué compañía se trata a primera vista, solo con ver sus atributos principales (color y tipografía, por ejemplo).

Claves a tener en cuenta 

Conocer la marca en profundidad

Muchas veces las marcas recurren a profesionales externos de la compañía para las tareas de diseño gráfico. Estos deben tener un conocimiento profundo de la empresa o emprendimiento para saber bien qué comunicar.

Algunas de las preguntas básicas que se deben responder son:

  • ¿Cuál es la misión de la compañía?
  • ¿Cuál es la visión?
  • ¿Cuáles son los valores principales?
  • ¿Cuáles son los objetivos a corto, mediano y largo plazo?

Todas estas respuestas ayudan a crear un logo que transmita la personalidad de la marca.

A veces las compañías cuentan con su propio plantel de diseñadores. Esto no significa que haya que confiarse: la tarea demanda un trabajo en equipo en el que las distintas partes tienen que colaborar entre sí.

Conocer el segmento de mercado y la competencia

Una investigación exhaustiva también debe tener en cuenta el contexto en el cual se desarrolla una marca.

Uno de los aspectos más importantes es el que se refiere a la competencia. Saber cómo se comunica visualmente ayuda a diseñar un logo que se destaque desde la diferencia.

Simplicidad

El intento por crear un logo llamativo puede generar resultados opuestos a los buscados. A la hora de diseñar, apostar al minimalismo es clave para crear una identidad visual exitosa.

Lo más probable es que, cuando más cargado de elementos gráficos esté un logo, sea menos recordable. Tiene que ser fácil y rápido de ver. Se recomienda no usar fuentes complejas ni excederse con elementos visuales.

Capacidad de adaptación

Lo complejo de crear un logo consiste en que debe ser uno y muchos a la vez. Uno porque tiene que ser un único elemento visual. Muchos porque tiene que adaptarse a distintas plataformas y tamaños.

Los logos se encuentran presentes en medios impresos y digitales. En redes sociales, sitios webs, carteleras y elementos de merchandising, entre tantos otros. 

Tienen que ser visibles y reconocibles en distintos tamaños y también con distintos fondos. Un logo se considera eficaz cuando cumple con todas estas características.

Legibilidad

La tipografía es uno de los elementos gráficos principales de un logo, ya que transmite mucha información acerca de la identidad de la marca. 

Al igual que los demás elementos, las fuentes tienen que ser legibles a simple vista, por lo que se recomienda evitar las ornamentaciones y los estilos “cargados”.

Otro aspecto a tener en cuenta es el del espaciado entre letras y, en caso de ser necesario, también entre líneas.

Coherencia

Ya se mencionó que un logo comunica los valores de la compañía. Esto debe estar presente en cada uno de los elementos, desde los colores hasta la tipografía, entre otros.

Todos tienen que tener una justificación estética y también conceptual. La coherencia con la identidad de la marca debe ser total.

Pautas para el proceso creativo

Estudiar casos de éxito puede resultar muy enriquecedor a la hora de diseñar un logo.

No importa si son del mismo segmento de mercado que la compañía que busca crear su propio logo. La cuestión está en ver la manera en que se logró transmitir de forma clara y sencilla la identidad de la marca y la forma en que se conectó con los consumidores.

Tampoco hay que olvidar que se trata de un proceso creativo. Como tal, es probable que la versión final se encuentre después de experimentar y probar con muchas alternativas.

La ansiedad no es una buena compañera para este trabajo. Como se trata de construir un éxito a largo plazo, lo mejor es evitar los apuros y tomarse el tiempo que sea necesario para cada uno de los pasos del proceso.